Saturday, January 27, 2007

Vicente Santos: versátil, dentro y fuera de las tablas





En febrero se presentará en escena, en el Teatro de Bellas Artes, la obra “Los Hijos del Fénix”, y en marzo, “Las Brujas de Salem”. Estos serán el tercer y cuarto montaje de Vicente Santos, un joven cuya meta es abrirse paso en el mundo de la actuación.

Vicente Santos, con 24 años de edad, cautivó al público con su primer montaje “La Pobre gente”, en el cual refirió el tema de la miseria en el núcleo de la familia. Luego, “Vírgenes de Galindo”, adaptación del cuento de César Nicolás Penson por Hamlet Bodden, que trató sobre el maltrato a la mujer. También “Rutilantes”, junto con Isabel Spencer, tratando la soledad de los seres humanos.

A pesar de que no tiene miedo escénico es vulnerable a la soledad y la discriminación de la cultura dominicana. “No haría en el escenario personajes que denigren a los dominicanos en cuanto a su cultura, tradiciones y creencias”.

El actor está preparado para defender cualquier personaje que tenga que encarnar, siempre tratando de buscarle lo bueno y lo malo. “Si no te encariñas con el personaje no lo podrás trasmitir al público”, enfatizó.

Para profundizar más su formación cursó talleres de dramaturgia, dirección, voz, cuerpo, máscaras, clown, danza y ejecución de cuerpo. Actualmente estudia Periodismo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y colabora para la revista Ysabela.

Judith Rodríguez, colega de Santos, lo considera una persona dedicada a su trabajo en cuerpo y alma. Admira de él su entrega, su responsabilidad, su pasión por el arte y su fe en el talento joven dominicano.

Santos empezó su carrera artística en un grupo de teatro realizando obras infantiles, luego estudió en Bellas Artes y en la Escuela Nacional de Teatro. Desde entonces nunca paró de trabajar.

Recibió el Premio Nacional de la juventud en el 2005. En dos ocasiones sirvió como coordinador en las áreas de formación y ventas de la Bienal de Teatro Grupal (BTG). Imparte clases de danza y teatro en la Escuela Nacional de Bellas Artes.

“El teatro te lleva a trabajar el cuerpo, la mente y el espíritu”. Es por esto que el teatro se convirtió en la catarsis del actor. Es su sustento, su felicidad y su paz interior.

Lo que le mantiene los pies en la tierra es su familia. Según pasa el tiempo la valora más, así como también a la vida por las oportunidades que le ha dado.

Una persona alegre, trabajadora, que lucha día a día por lo que quiere. De temperamento “psicorrígido” con lo que se propone. Perfeccionista, aunque sin llegar a los extremos, le gusta que lo que haga siempre le salga bien.

Los temas que le inspiran a subir al escenario tienen que ver especialmente con las angustias del ser humano y todo lo que le rodea en la sociedad como la muerte, rutina, delincuencia, vejez y maltrato.

Su transparencia y absoluta franqueza, su optimismo y pasión por el teatro lo hacen transpirar esa felicidad de la que se enorgullece. Entre frases propias y ajenas comparte su presente brillante, dónde el éxito lo acompaña y el amor, tan importante en su vida, ha despertado la chispa de la ilusión. Y es que Vicente Santos, no se sienta a esperar las bondades de la vida, ni a lamentar lo que no pudo ser.

“Trabajar con Vicente es una escuela, ya que muchos de mis conocimientos en el teatro los he adquirido por él”, expresó Alexandra Santana, compañera de Santos.



Por Claudia Pablo

2 comments:

Anonymous said...

Un saludo para ISABEL SPENCER desde madrid!!

un beso!!


mari

Anonymous said...

si.de hecho he tenido la oportunidad de compartir con vicente santos,y es una persona con estusiasmo,que lucha por lo que quieres sin importar las consecuencias,sigue asi..

alex...